EL IMPORTANTE FENÓMENO DE LA EDUCACIÓN
El mundo se presenta como una parte del universo que se
caracteriza por su complejidad, diversidad y constante cambio. En este mundo
natural y artificial viven los hombres y las mujeres, únicos seres capaces de
educarse, formarse y transformarse, desde el mismo momento de su nacimiento
hasta su muerte. Todos están inmersos en un proceso de mejoramiento intencional
e integral orientado al logro de la autorrealización. Por lo tanto la educación
es un proceso integral, dinámico y permanente que acontece en el hombre y en la
mujer en interacción con el medio, optimizando sus capacidades y posibilidades
para lograr la formación de una persona autónoma e integrada activamente al
ambiente humano, entendido éste como natural, cultural y social en un planeta
compartido.
En la sociedad actual es necesario pensar cuales deben ser
las bases de la educación para que las personas puedan enfrentar el incremento
del conocimiento, el surgimiento de las nuevas tecnologías, la diversidad en el
modo de pensar y actuar de los millones de personas que habitan el planeta y,
de acuerdo con esto, el nuevo posicionamiento que se requiere para desempeñarse,
desenvolverse y tomar decisiones fundamentadas en un contexto cada vez más
cambiante.
Por estas razones, la educación debe organizarse en
función de una serie de aprendizajes fundamentales para la vida de cada
persona, que son denominados los pilares del conocimiento porque construyen los
basamentos del aprendizaje a lo largo de la vida.
Ellos son aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a
vivir juntos y aprender a ser.
Estos niveles se encuentran íntimamente relacionados y
convergen en el principio de “aprender a
aprender”. El mismo se refiere a que la persona debe estar preparada,
abierta y tener plasticidad para adecuarse a las nuevas situaciones y desafíos
que se le presentan y así adaptarse a las exigencias sociales, producto de los
cambios constantes. De esta manera todos están en condiciones de aprovechar las
distintas ocasiones e instancias de aprendizaje.
Es decir, la educación debe llevar a cada persona a
descubrir, despertar e incrementar sus posibilidades y capacidades de acuerdo a
sus potencialidades, lo cual supone trascender una visión puramente
instrumental de la educación, percibida
como la vía obligada para obtener determinados resultados, para
considerar su función en toda su plenitud, o sea, la realización de la persona
que aprende a ser.
Si bien cada uno de estos aprendizajes o como comúnmente
se los conoce los cuatro pilares de la educación se interrelacionan, cada uno
persigue objetivos diferentes, por lo cual son abordados de manera particular.
El Aprender a Conocer tiene como objetivo primordial
afianzar en cada persona los instrumentos del saber que son aquellos contenidos
y herramientas que le posibiliten acercarse al objeto de conocimiento.
Este aprendizaje puede ser considerado de dos formas como
medio que le permite a cada persona comprender el mundo que lo circunda,
desarrollando sus capacidades profesionales y comunicándose con los demás y como
finalidad porque el fin en sí mismo es la búsqueda incesante de conocimientos
como herramienta necesaria para el desarrollo personal. Se orienta a la adquisición de los
instrumentos mismos del saber porque supone ejercitar la atención, la memoria y
el pensamiento.
La atención permite
focalizar el objeto de conocimiento para su apropiación. El ejercicio de la
memoria requiere de una actitud selectiva de los datos que se aprenden,
cultivando una memoria asociada en desmedro de una mecánica. Todas las personas
poseen dos sistemas de memoria una memoria de trabajo o a corto plazo y una memoria
permanente o a largo plazo. El ejercicio del pensamiento se articula entre lo
concreto y lo abstracto.
El Aprender a Hacer está estrictamente vinculado con el
aprender a conocer. Se relaciona con la formación profesional, implica no sólo
al hombre y a la mujer para que puedan poner en práctica sus conocimientos sino
también se encamina a que puedan adaptarse al futuro mercado laboral con las
herramientas que adquieren.
Una vez que la persona se acerca al conocimiento y domina
los instrumentos del saber está en condiciones de accionar y de influir en el
mundo, modificándolo y poniendo en práctica lo aprendido. Este pilar se vincula
con la adquisición de competencias.
El Aprender a Vivir Juntos conduce a la persona hacia el
descubrimiento gradual del otro y tiende a la consecución de objetivos y
proyectos comunes que integran a las diversas comunidades.
La educación tiene la misión de concientizar a las
personas la diversidad existente entre las mismas, más allá de la cultura a la
que pertenecen. No cabe duda que el descubrimiento del otro se inicia con el
descubrimiento de uno mismo.
Este aprendizaje forma a las personas para comprender al
otro y buscar acuerdos que permitan un crecimiento mutuo. Nadie nace siendo
tolerantes, respetuosos y solidarios, estas actitudes fundamentales para la
convivencia se enseñan y se aprenden.
El Aprender a Ser apunta fundamentalmente a la formación
de la persona autónoma, crítica, con capacidad de juicio y discernimiento. La
autonomía no es una condición que se adquiere con la edad o con el paso del
tiempo sino que requiere de un aprendizaje y de un ejercicio constante.
Por medio de la educación la persona puede desarrollar su
libertad de pensamiento, de juicio crítico, de sentimientos y de imaginación,
lo cual le permite realizarse plenamente.
Este aprendizaje implica el autoconocimiento y la
autorrealización del hombre y la mujer, lo que les permite interactuar con
otros y comunicarse. Se afianza la singularidad de cada persona y facilita el
desarrollo pleno de las potencialidades para involucrarse y comprometerse con
el verdadero desarrollo humano.
Estos pilares contribuyen a la concepción de la educación
para toda la vida.
Prof. Lic. INÉS BOLAÑOS
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